//=$baseaddrComplete?>
El aumento de los precios del combustible ha llevado a que cada vez más personas opten por coches eléctricos o híbridos, considerando que no solo presentan un consumo más eficiente, sino que también la recarga resulta más económica.
El costo de la recarga dependerá en gran medida de la capacidad de la batería del coche, de la potencia de la instalación eléctrica (en el caso de recargas en casa) o del tipo de cargador (en el caso de puntos de recarga públicos), así como de las tarifas de cada proveedor. En este artículo, te contamos cuáles son las opciones de recarga disponibles, qué elementos debes tener en cuenta a la hora de cargar y cuál es la opción más conveniente.
Para determinar cuánto cuesta recargar el coche eléctrico en casa, es preciso tener en cuenta las características de la batería del coche (cuántos kWh necesitará cargar), la potencia de la instalación eléctrica doméstica y las tarifas y condiciones ofrecidas por el proveedor de energía eléctrica. Algo que debe considerarse es que, si el contrato doméstico incluye discriminación horaria, será importante cargar en las franjas más convenientes.
Si se puede elegir, es preferible evitar las horas de punta (de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 22:00), y aprovechar las llamadas «horas valle» (de 00:00 a 08:00 a. m.), durante las cuales se aplica un tarifa muy reducida. Los principales proveedores de electricidad aplican en estas franjas horarias tarifas de entre 0,03€/kWh y 0,11€/kWh, y una carga completa promedio costará alrededor de entre 7€ y 10€.
En comparación con la recarga en casa, cargar en puntos de recarga públicos resulta mucho más costoso: se calcula que hasta unas tres veces más. Sin embargo, según la autonomía que tenga el coche y la distancia que sea necesario recorrer, puede que esto resulte imprescindible. El precio promedio en los puntos de recarga públicos es de entre 0,15€/kWh y 0,79€/kWh, según el tipo de carga, considerando que existen diferentes tipos de cargador: los hay lentos, de capacidad establecida y rápidos, que generalmente son los más costosos. Una carga completa promedio puede llegar a costar hasta 30€.
Vale la pena mencionar que, por ley, tiene que haber un punto de recarga por cada 40 plazas de aparcamiento y que en algunos lugares, como determinados restaurantes y hoteles, ofrecen una determinada cantidad de kWh de carga gratis (generalmente suficientes para una media carga). Algunos proveedores de energía eléctrica que también cuentan con puntos de recarga públicos ofrecen descuentos en los contratos de energía domésticos para la recarga en sus puntos de recarga.
Considerando el consumo promedio por cada 100 km, un coche eléctrico puede consumir aproximadamente 15 kWh, que equivalen a entre 1,50€ (tarifa promedio de carga en casa) y 7,50€ (tarifa promedio de carga en punto de recarga), mientras que un coche de combustible consume aproximadamente 6 l/100 km. Al precio actual promedio del combustible, esto cuesta alrededor de 10€. Este cálculo, si bien aproximado, ya demuestra de por sí que, a nivel de costos, un coche eléctrico resulta mucho más conveniente que uno de gasolina, sin contar los ahorros en mantenimiento, que tienden a ser mayores en estos últimos y otras ventajas como descuentos en estacionamientos públicos o peajes, entre otros.
Si, además de elegir un coche eléctrico, optas por un contrato de renting, tendrás aún más ventajas, porque con Leasys tendrás incluidos los servicios de mantenimiento ordinario y extraordinario, cobertura obligatoria de responsabilidad civil, asistencia en carretera y cobertura todo riesgo, ITV o gestión de multas. Además, te permitirá probar la conducción eléctrica sin asumir el compromiso de adquirir un vehículo nuevo. Pide un presupuesto gratuito.